Bueno, aquí
os dejo el final del libro. Contiene dos capítulos, espero que os haya
gustado lo leído hasta el momento. Gracias por el apoyo, vuestras
críticas hacen mucho.
IX
Axell
Joder,
esa bala casi me alcanza. ¿En qué estabas pensando, Tara? Si
querías matar a Eyland, no tenías que dispararme a mí. ¿O es que
el objetivo no era otro que yo? No, no puede ser. Y ahora también
está lo otro...
-Joder,
Spirit.
Me
levanto del suelo, todavía temblando, y voy hacia su lado. Hace un
minuto estaba intentando matarlo, ¿por qué me siento tan mal ahora
que ha muerto? Esto no tiene sentido alguno. Lo rodeo con los brazos.
-Eh.
-La voz de Engla retumba por toda la cueva. -Suéltalo.
La
sangre del cuello del joven me está manchando la camiseta, pero se
siente tan cálida... ¿De verdad está muerto? Realmente no lo
parece. Eyland, apenas a unos pocos centímetros de mí, sigue
paralizado. Su rostro se ha tornado blanco, el sudor corre por su
frente y respira de forma entrecortada.
-He
dicho que lo sueltes.
-Pero...
-Hija, ¿qué te pasa?
-Quieres
asegurarte de que está realmente muerto, ¿no?
-No,
no es lo que tú...
-Ya.
-Corta mi frase. -Y yo tengo que creérmelo.
-¿Por
qué iba a mentirte?
-Buena
pregunta. -Puntualiza. -Es la misma que llevo yo haciéndome desde
hace un tiempo.
-Yo
no quise...
-Pero
me has estado mintiendo más de veinte años. Tuvo que ser el día
que cumplí veintidós que me dijiste que mi madre era otra persona.
-¿Era
hoy? -Mierda, otra cagada más.
-Te
olvidaste, como todos aquí. Bueno, Spirit no. Y ahora está muerto.
Gracias mamá. -Se gira hacia Tara.
-¿Se
lo has dicho ahora?
-Hace
un rato, no tenía opción... Ella tenía que saberlo.
-¿Por
qué tardaste tanto? -Pregunta, casi gritando. -Creía que hacía
años que lo sabía, ¡maldita sea! Ella tenía derecho a saberlo.
¡Me mentiste! -Y van dos cagadas.
-Pero,
Tara...
Aunque
no era de ella de quien tenía que estar pendiente. Engla me da un
bofetón que me hace girar la cara. Joder, eso ha dolido, y no poco.
Te haré caso y soltaré a Spirit, que parece ser el único que me
apoya...
-Debería
dispararte ahora mismo. -Concluye la mujer de Agder, mientras recarga
su pistola. -Pero tengo aún algo que hacer...
En
un rápido movimiento, Tara se gira, levanta a Eyland del suelo y le
pone la punta del arma en la cabeza, cogiéndolo del cuello con el
otro brazo. Maldita sea, chico, ¿es que no te vas a mover y hacer
algo útil nunca?
-¿Qué
haces? -Pregunto, movido más por la curiosidad que por el interés
de salvar al chico.
-Lo
que debería haber hecho hace tiempo.
-¿Cómo?
-¿Qué tiene ella en su contra? Fue gracias a la aparición de
Eyland que volvimos a estar juntos.
-¿Recordáis
los ruidos que oíais, que pensabais que eran salvajes?
-Claro.
-Por
supuesto. -Engla asiente.
-Pues
aquí tenéis a su causante. Os he estado observando desde que
llegasteis.
-¿Pero
cuándo?
-Disteis
un rodeo. Yo simplemente cogí la ruta corta. -Sonríe y da un paso
atrás, hacia el acantilado que marca la entrada principal de la
prueba. -Y esa misma voy a utilizar ahora, que me voy.
-¡¿Qué
vas a hacer con él?! -Mi hija intenta gritar, pero únicamente puede
sollozar y llorar.
-Oh,
simplemente lo pondré a salvo de vosotros. -Y de nuevo una sonrisa.
¿Qué estás diciendo, Tara?
-¡Yo
lo quiero!
Engla
sale corriendo hacia ella, pero pone un dedo en el gatillo, lo que la
hace frenarse en seco. Eyland, en cambio, sigue sin hacer nada,
¿cuánto tiempo piensas estar sin hacer nada?
-Ni
un paso más. O llenaré estas bonitas paredes rocosas de sangre
Rise. -La muchacha se gira hacia mí.
-¡Papá,
haz algo! -Tara sigue acercándose al borde, pero todavía estoy yo
en su camino.
-Hija,
yo...
-¡Tienes
que matarla! -De pronto, se derrumba y cae al suelo de rodillas,
entre lágrimas. De verdad lo quiere... -Por favor...
No
puedo, Engla, no puedo. Yo querría hacerte feliz, salvar a Eyland
para que pudierais estar juntos por fin. Pero es que, sencillamente,
no soy capaz de herir a esta mujer. Estoy demasiado enamorado de
ella.
-Es
inútil. -Dice Tara. -Mi querido Axell no se moverá. -Ya ha llegado
a mi altura, apenas a un metro del acantilado.
-¿Lo
es, papá? ¿Lo es? -Por desgracia sí.
-Maldita
sea, Axell, ¡reacciona!
Eyland
parece volver a la vida, y de qué forma. Su grito retumba por toda
la estancia, y también en mi interior. De un codazo, consigue
liberarse parcialmente del agarre del cuello al que lo tiene
sometido.
-Tengo
que hacerlo. -Aunque duela, aunque luego no vuelva a sonreír. -Es mi
deber como padre.
Aprovechando
los pocos instantes en que Tara está entretenida con Eyland, me
lanzo hacia ella y los separo, dejando al chico un par de metros a mi
espalda del empujón. ¿Por qué estoy haciendo esto? No tiene
sentido.
-¿Qué
estás haciendo? -Los ojos de mi amada reflejan un terrible miedo.
-¿No irás a...?
-Te
amo. De verdad que lo hago.
Y
la empujo a una caída de varias decenas de metros.
X
Engla
El
grito de mi verdadera madre se podría escuchar a muchos kilómetros
a la redonda. Parecía casi una sirena siendo devuelta al mar a la
fuerza, ha sido espantoso. Aunque, peor que su quejido, es de mi
padre.
-La...
La he...
-Matado,
sí. -Asiente Eyland. -Muchas gracias por salvarme.
-¡A
qué precio!
-Al
justo. -Respondo, a varios metros de ambos.
-Nunca
me perdonaré algo así. ¡He matado a las dos mujeres con las que he
tenido hijos!
-Culpa
tuya ha sido.
-Vámonos
de aquí.
Eyland
se aleja de Axell, que se queda solo con su dolor y su llanto al
borde del precipicio. Yo no quería haberte obligado a eso, pero
tenía que salvarlo. ¿De verdad soy tan mala hija?
-Todavía
no me creo que lo haya hecho. -Susurra, mientras se para a mi lado.
-Yo
tampoco. -Igualo el volumen de su voz.
-Ahora
eres su única familia, Engla. -Y me perderá.
-Pues
entonces es como si no tuviera.
-¿Qué?
-Ha
intentado matarte, me ha engañado durante años. Y lo que es peor,
me ha utilizado para acabar contigo.
-Aún
así, es tu padre.
-¿Tú
perdonaste al tuyo?
-Sí...
Al final sí.
-Pues
lo siento pro no ser tan buena persona como tú. -Me está poniendo
nerviosa. Acabo de salvarte la vida, maldita sea.
-Engla...
-Ves
yendo a la nave, que nos vamos. Te veo allí.
Obedece
y se aleja a la vez que yo me acerco a mi padre. Me pongo en
cuclillas a su lado, intentando sonreír entre sollozo y sollozo.
Pero es inútil, el llanto sigue siendo su única conversación.
-Estamos
a punto de irnos.
-Lo
sé. -Se seca las lágrimas con el dorso de la mano. -Dame un minuto
para recomponerme.
El
mismo minuto que me diste tú después de matar a mamá en Upsala o
de decirme que ella no era realmente mi madre, ¿no? El mismo minuto
que le has dado a Spirit hace un rato cuando te has despertado, justo
ese.
-No.
-¿No?
-Tú
no vienes.
-¿Qué?
-El rojo Fire de los ojos se ha apagado por completo.
-Te
voy a dejar aquí.
-¿Y
cómo voy a volver? -Sonrío.
-No
vas a hacerlo. No tendrás forma.
-¿Por
qué?
-Es
lo que te mereces.
-Pero,
Engla...
Sin
prestar atención al resto de la frase, me dirijo a la puerta trasera
de la cueva. Por fin dejo este lugar, que no me ha traído más que
desgracias y traiciones. Eyland, ¿conseguirás tú proporcionarme
una mejor vida?
-Hasta
nunca, Axell.
Salgo
y atravieso el espeso bosque tropical a trompicones. Ahora mismo, lo
único que quiero es salir de aquí y no volver jamás. Por fin llego
a la nave, pero Eyland no está allí. ¿Es que él también me ha
abandonado?
-Sube.
-La puerta se abre. Así que estabas dentro... Menudo susto me has
dado.
-Claro.
Le
hago caso y entro en el vehículo, que ya tiene todo en marcha para
partir. ¿Cuándo ha aprendido a utilizar nuestras naves? Ah, sí,
cuando se fue de Upsala y me dejó allí a merced del Clan...
-En
marcha.
Iniciamos
el vuelo y en apenas unos segundos nos alejamos del suelo y, en unos
pocos más, de la isla. Algo va mal aquí, ¿por qué el cielo es de
color morado? Obviamente eso no puede ser normal. No me gusta nada
esto...
-Engla.
-La voz del joven a mi lado me saca de mis pensamientos y me devuelve
al mundo real.
-¿Sí?
-Te
amo.
-Yo
también te amo, Eyland.
O,
al menos, eso crees tú.
FIN
Antes de nada, quería enseñaros la portada definitiva del libro Horizontes Nevados, aquí la tenéis:
En justo una semana tendréis aquí el prólogo del tercer libro. Cabe destacar que no subiré nada más después de eso hasta inicios del próximo año, ya que la publicación del prmero tiene prioridad a la escritura del tercero. Os dejo la sinopsis:
Último Rugido
Después
de la inesperada e impresionante muerte de Tyr en la antigua cueva de
Impeesa, Eyland y Engla parten en busca del lobo que nunca duerme,
dejando a Axell allí tirado. Pero algo en el mundo está ocurriendo
y todo se está tornando extraño y amenazador para Eyland.
Completamente seguros de estar haciendo lo correcto, los dos jóvenes
descubren la verdadera causa del Clan y deben replantearse continuar
o no con la lucha, pues iba más lejos de lo que ambos jamás habían
creído. Por si no fuera poco, Impeesa los sorprende con un compañero
de viaje inesperado.
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