viernes, 16 de mayo de 2014

Sueños Espiral (XXX)






IX
Eyland

-Todo preparado, señora. -Engla se gira hacia mí y sonríe.

-Bueno, chico. -Hace una pausa para recomponerse tras los últimos acontecimientos. -Me temo que ha llegado tu hora.

-Que así sea.

Me levanto del suelo y agarro el pomo de la puerta. Miro hacia abajo, clavando mis ojos en los de Engla. Ella es realmente bella, ¿será verdad que la última cara que vea antes de morir sea la suya? No sería un mal recuerdo, al fin y al cabo.

-¿Por qué sonríes? -Pregunta mientras se levanta.

-No es nada. -Torno mi expresión más seria.

-¿Sabes? Hay una posibilidad...

-¿De qué?

-De salvarte y, bueno, de poder estar juntos.

-¿Qué te hace pensar que quiero eso?

-¿No quieres vivir? -Pregunta mirándome fijamente.

-Sabes que no me refería a eso. La respuesta a tu pregunta la tienes más que clara.

-También es verdad... Pues, digamos que me lo han dicho tus labios hace unos momentos, ¿o me lo vas a negar?

-Habla.

-Señora. -Kisho vocifera desde la entrada del ayuntamiento. -¿Qué hace que no lo trae ya?

-¡Kisho! -Abre la ventana para responder mejor. -Estoy atándolo, por si escapa.

-Bien hecho, señora. -Hace un gesto como de quitarse el sombrero ante ella. Qué galán es este hombre...

-Bien. Este es el plan. -Me dice Engla mientras saca unas esposas de plástico de uno los cajones del despacho.


-¿Vas a atarme?

-Les he dicho que lo haría. -Me rodea las muñecas con el artilugio y las aprieta, pero no mucho. Puedo mover las manos.

-Creo que sé por dónde vas. -Sonrío a mi nueva e inesperada aliada.

-Tu ejecución la va a llevar a cabo Shaw. Será con una pistola, para evitar el error que tuvo Spirit. Esta. -De su espalda saca un pequeño revólver. -Yo seré quien le entregue el arma, y se la daré descargada. Entonces es cuando entras tú.

-¿Qué tengo que hacer?

-Pensé que era obvio. -Hace un pequeño gesto de frustración. -Tú tendrás las manos sueltas. Shaw te disparará, pero no te golpeará, porque no tendrá balas. Cuando se dé cuenta, tendrás un par de segundos para liberarte de las esposas y golpearle lo más fuerte que puedas. Si consigues noquearlo, mejor.

-¿Y qué harás tú?

-Encargarme de Kisho. A diferencia de la última vez, esta ejecución, o mejor dicho, intento de ejecución tendrá lugar a puerta cerrada, para evitar intromisiones.

-Pero las intromisiones serán desde dentro. -La miro directamente a los ojos. -Eres realmente astuta.

-Claro, ¿cómo te crees que llegué a mi puesto con mi tan reducida edad?

-Sí. -Me encojo de hombros. -Es lógico.

-Y ahora vámonos. -Me pone la mano en la espalda y me empuja. -Nos esperan. Y recuerda, nos odiamos.

Bajo las escaleras a base de los empujones de Engla, casi caigo por las escaleras en un par de ocasiones. La miro con odio, realmente sigo sin fiarme del todo de ella, ¿por qué querría sacrificar todo por mí? Es de locos.

-Aquí lo tenemos. -Responde Kisho sonriente. Saca un pañuelo y me venda los ojos. -Y ahora, llevémoslo a nuestras habitaciones de invitados.

Oigo cómo se ríe abiertamente mientras que mi mirada empieza a nublarse, efecto del fular. Que sea lo que Dios quiera.

*****

Me obligan a sentarme en un suelo completamente frío y húmedo, como si estuviera siento mojado constantemente, y me quitan la venda de los ojos.



-Qué bonito lugar para una muerte. -Sonrío sarcástico. -Me encanta.

-Tú calla ahora.

Kisho, quien me ha traído aquí a base de empujones, me golpea con la culata de su arma de fuego y me hace caer de bruces contra el suelo. Presiono mi mano contra la zona golpeada y noto cómo mi corazón palpita donde próximamente aparezca un gran hematoma.

-Ya veremos quién ríe último, ya...

Me regodeo para mis adentros mientras veo la cara de incertidumbre de Kisho. Pronto, su gesto cambia radicalmente, y se torna mucho más agresivo:

-¿Vas a pegarme estando esposado? -Frena su puño al instante.

-Tienes razón, puede que seas más fuerte y joven que yo, pero darle una paliza a una persona atada es deshonesto hasta para ti.

-¿Decías algo? -La puerta se abre y, tras ella, aparecen Shaw y Engla.

-No, no, señor. -Agita las manos de forma nerviosa. -Lo lamento.

-Tienes suerte de tener testigos aquí. De no ser así, estaría golpeando tu cara contra esa pared. -Señala el muro en cuestión. -Hasta que tus ojos se vieran cegados por tu propia sangre.

-No... -Tiembla. -No hará falta eso, señor.

Río de forma abierta y mis tres compañeros de ejecución me miran extrañados. ¿Qué pasa? Este hombre acaba de amenazarme y ahora está siendo vapuleado verbalmente por un hombre cuya paliza me dejó grandes marcas en la espalda. Es normal que me ría, es irónico, ¿no?

-¿Te hace gracia, Rise? -Me corta Shaw. -¿Quieres volver a vivir aquello?

-Si no fuera por las esposas... -Me levanto. -De nos ser por ellas te golpearía hasta tener los puños en sangre viva.

-¿Tú? -Se ríe. -No me vengas de macho cuando te he visto llorar como un niño. -Al igual que Kisho hace unos segundos, me devuelve al suelo con un golpe en la mejilla derecha.

-Maldito...

-Shaw. -Engla habla de nuevo. Llevaba un largo rato sin hacerlo. -Siento interrumpir vuestro momento amoroso, pero tenemos una misión que llevar a cabo.

¿Misión? ¿De qué habla? ¿Será que todo lo que me dijo era mentira y querían matarme por orden del Clan?



-Cierto. ¿Apretaste las esposas?

-¿Lo dudas? -Engla niega con la cabeza. -Me decepcionas, Martin.

-Lo siento, no quise decir eso. -Me levanta y me sitúa a pocos centímetros de sí mismo, sentado de rodillas. -Procedamos.

-Vamos. -Le responde Engla mientras se sitúa detrás suya, al lado de Kisho. -Tú. -Le dice de forma violenta. -La pistola.

-Aquí tienes. -Le tiende el arma y ella le introduce el cargador.

-Espero que esté descargada. -Le digo con los ojos.

-Lo está. -Asiente y responde de la misma forma silenciosa.

-Espero la pistola, Engla. ¿Qué te pasa hoy? -Interrumpe nuestra conversación no verbal.

-Perdona. -Agita la cabeza y le tiende la pistola. -Aquí tienes.

-Bueno, ¿unas últimas palabras?

-Oh, qué detalle. -Respondo. -Espero que no manches mucho, le tengo aprecio a esta camiseta. -Bromeo. ¿Qué hacer? La muerte con humor es mejor.

-Se hará lo que se pueda.

Responde y apunta la pistola contra mi cabeza. Aprovecho la excusa de que estoy temblando por la adrenalina y el miedo a la vez para aflojarme aún más las manos. Ya las tengo completamente sueltas, podría golpearle ya.

Shaw coge la pistola con ambas manos, supongo que para evitar el retroceso, y me mira fijamente. Pone sus dos dedos índice en el gatillo y yo mismo junto mis dedos en forma de oración o algo por el estilo para que Engla haya realmente hecho lo que me dijo. Aprieta el gatillo y... nada, gracias.

-Esta es la mía.

Digo en voz tan baja que únicamente yo lo oigo. Me levanto, y en el proceso dejo caer las esposas al suelo. Shaw intenta reaccionar, pero es tarde, ya que acaba en el suelo por un codazo mío. Kisho intenta pararme, pero pronto sus ojos se cierran y cae al suelo, Engla ha clavado una aguja en su cuello, no sé con qué.

-Eso no es nada para mí.

Shaw se levanta hecho una furia y se despreocupa completamente de su compañero, ¿realmente tiene sentimientos? Sí, sí los tiene, él ama a Engla, yo lo vi en el despacho. Es una pena por él, nunca la tendrá.

-Tu rival soy yo, ¿recuerdas?


Antes de acabar la frase ya me ha devuelto el puñetazo. Mi cabeza golpea directamente contra el suelo, y sangre sale escupida de mi boca. Es una sensación horrible. Intento levantarme, pero me devuelve a mi lugar de una patada en el pecho.

-¡No le hagas daño!

Engla le suplica por mí, pero éste la manda contra la pared de un empujón sin ni siquiera pararse a mirarla. La veo caer al suelo mientras recoge la pistola que dejó caer cuando le golpeé hace un momento. Coge un cargador del bolsillo de Kisho, sin pararse a comprobar el estado de su súbdito o lo que sea.

-Ahora vas tú.

Apunta el arma hacia mí, pero, antes de que sea capaz de disparar, lo agarro de las muñecas y forcejeo con él.

-¡Suéltala! -Me dice.

-Hazlo tú.

Le respondo sonriendo. Y de pronto, un ruido sordo y sangre en mis manos y mi camiseta. Tanto él como yo abrimos los ojos de forma exagerada, ¿qué acaba de pasar?

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