miércoles, 28 de mayo de 2014

Sueños Espiral (Final)

Bueno, aquí os dejo el final del libro. Contiene dos capítulos, espero que os haya gustado lo leído hasta el momento. Gracias por el apoyo, vuestras críticas hacen mucho. 







XII
Eyland

-¿Papá?

-Sí, hijo. Soy parte del Clan.

-Entonces no estás muerto...

-Ya ves que no.

-¿Y mamá y Desmond...?

-No sé nada de ellos.

-Y... -¿Cómo puede no saber nada de ellos? Tiene que estar mintiendo, no puede ser cierto, míralo, sonríe como si nada, maldita sea... -¿Y te da igual?

-Claro que no. -Niega con la cabeza.

-¿Entonces? -Este hombre me desespera, ¿seré yo igual que él?

-Digamos que... -Hace una pausa dramática.

-¿Digamos que qué? No te hagas de rogar, maldita sea.

-Pues que...

Y vuelve a hacer otra pausa. No puedo más, ¡no puedo! Intento sin resultado calmar mis nervios, pero estos me vencen y acabo por agarrar a mi progenitor por el cuello de la camisa y lo levanto un palmo del suelo. Me sorprende lo ligero que es, cuando jugábamos a las peleas hace tiempo no me parecía tan ligero, ¿será que ya no soy el mismo?

-Suéltame. -Me dice tranquilamente, mirando hacia mi puño.

-No pienso hacerlo hasta que hables. -Mis ojos se clavan en los suyos.

-He dicho que me sueltes. -Me devuelve la mirada. -Soy tu padre, ¡obedéceme! -Su cara comienza a tornarse de un color rojizo.

-Tú... -Respiro para no imitar su mala reacción. -Tú ya no eres mi padre.

Aprieto aún más mi agarre, pero de pronto se torna flojo a causa de un golpe en la pierna que me hace estremecerme. ¿Quién me ha dado? Giro mi cabeza y, como no podía ser de otro modo, Tyr lanza su puño de nuevo contra mí, esta vez impactándome bajo la mandíbula, haciéndome caer al suelo.

-Ha dicho que lo sueltes. -Tyr se acerca a mí, por lo que está de pie a escasos centímetros de mi posición. -Deberías haberle hecho caso.

-Muy bien dicho, Spirit. -El hombre al que solía llamar padre se levanta del suelo, apoyándose en mi enemigo. Yo, mientras, me froto la zona golpeada con la palma de la mano.

-Tú... -Siento un impulso de cogerlo de la pierna y mandarlo al suelo conmigo, pero decido contenerme. -Siempre fuiste una mala persona. Siempre lo supe.

-¿Hablas conmigo? -Responde rápida y fríamente el líder del Clan.

-Claro que no. Lo tuyo era obvio. -Escupo sangre al suelo mientras me levanto poco a poco. Veo como él también está haciendo enormes esfuerzos por contenerse, sonríe, pero sus ojos tienen ganas de matarme aquí y ahora.

-¿Entonces te refieres a mí? -Interviene su nuevo compañero.

-¿A quién si no, papá? -Dejo escapar un suspiro en forma de burla.

-Yo nunca te he tratado mal, Eyland. Siempre te quise. -Oh vamos, esto ya es el colmo. Que lo haga, podría llegar a pasar. ¿Pero que encima lo niegue? No, ni en broma.

-¿De verdad? No me hagas reír.

-Siempre fue así. Dime una sola vez en la que no te haya tratado bien, hijo.

-No tienes derecho a llamarme así. -Lo miro directamente a los ojos. -Solo una, ¿no? Pues... ¿recuerdas por qué me fui de casa y acabé viviendo en el hostal?

-Tú madre dijo que querías tener tu propio espacio.

-¿Eso dijo? Pues te lo suavizó bastante.

-¿De verdad? -Parece hasta sorprendido. Este hombre podría llegar a ser un buen actor, de los mejores, diría yo.

-No te hagas el tonto, por favor te lo pido. Sabes de sobra por qué me fui.

-No tengo ni idea. -Hace una mueca de dolor. -Tienes que creerme...

-¿No? Bueno, pues te lo aclaro. -Hace tanto tiempo que quería tener esta conversación con él... -No nos tratabas bien, ni a mamá, ni a mí. Y un día... -Contengo como puedo las lágrimas. -Un día llegaste a casa y... ¡Y me pegaste!

-No fue una buena jornada tampoco para mí...

-Fue la gota que colmó el vaso. No pude soportarlo más.




-Nunca pensé que fuera por eso, lo olvidé.

-Pues yo no. -Lo corto. -¿Y ahora pretendes que trabaje contigo? Y es más, ¿desde cuándo estás con ellos aquí?

-Oh, ¿no se lo dijiste? -Ya no habla conmigo, se dirige a... ¿Engla? ¿Qué tiene que ver ella con todo esto? A no ser que...

-Un momento... -Alzo la voz y me giro hacia ella. -¡¿Sabías que estaba aquí y no me dijiste nada?!

-Eyland, yo... -Está en blanco, no tiene excusa ninguna.

-Señores. -Digo, apartando a la gente a mi alrededor y empezando a andar hacia algún lugar lejos de este. -Necesito pensar.

*****

-Tienes que entenderme, Eyland. -Se explica Engla. -¿Habrías venido si hubieras sabido que tu padre era parte del Clan?

-No, claro que no. -No había pensado en eso. -Pero aún así... ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Es así como quieres que funcione nuestra relación, sin confianza ninguna?

-Sabes que confío en ti.

-No lo parece... -Digo mirando al suelo.

-Eyland... -Intenta abrazarme, pero la rechazo en cuanto se mueve.

-No. -Pongo la mejor cara de enfado que puedo. -Tendrías que habérmelo dicho.

-¿No entiendes? Te necesitábamos aquí.

-¿Para qué? ¿Para vengarte de Joseph y luego matarme? No, gracias.

-Sabes que no sería así.

-¿Y eso quién me lo asegura? -Esta chica me hace desesperar. -¿Tú, la chica que, diciendo que me amaba intentó matarme en diferentes ocasiones y me ha mentido en todo lo que me ha dicho?

-No todo ha sido mentira.

-¿De verdad? ¿Y qué no?

-Mis padres murieron a manos de Capomafia.



-Pobrecita ella, que es huérfana... -Alzo mi voz. -¡Yo también creía que lo era hasta hace nada!

-Pero tú... -Decide morderse la lengua. -Prefiero que hables con tu padre.

-¿Hablar con él? ¿De qué? Yo no tengo nada que hablar con ese hombre. A partir de ahora dejo de ser un Rise.

-No tienes motivos para hacerlo, tu padre hizo lo correcto.

-¿Unirse al Clan es lo correcto? Creo que ya has mentido bastante. -Me giro y salgo del cuarto de las escobas en el que entré hace un rato buscando soledad.

-¡Es cierto! Él entendió la causa...

-¿Otra vez con eso? Desde que aterricé en Tennō sólo he oído hablar de esa maldita causa.

-Pero es que...

-Pero nada. Ya no me interesa saber qué os motivaba a actuar como lo seguís haciendo. Eso ya me da igual. -Comienzo a caminar, y ella hace lo mismo, pisándome los talones y esperando a que diga algo. -Ahora únicamente quiero acabar con esto.

-Como quieras. -Me agarra del brazo y me gira hacia ella. -Sabes que te apoyaré y estaré ahí hagas lo que hagas, ¿verdad?

¿A qué viene esto? ¿Haga lo que haga? No entiendo a qué se refiere. Además, ¿cómo que va a estar ahí? ¿Debería creerla? No, claro que no. Ella no ha hecho más que mentirme desde que nos conocemos, ¿por qué tendría que confiar en ella ahora?

-Lo sé.

Aunque en el fondo ambos tenemos claro que no es así.


*****

-Bueno, vamos a hacer lo siguiente. -Tyr toma el control del plan, como no podía ser de otro modo. -Necesitamos concentración, y no poca.

-Déjate de rodeos. -Interviene Paul, que acaba de llegar a la mesa en la que estamos reunidos los rebeldes.

-El despacho de mi tío tiene dos entradas. -Prosigue Tyr. -La principal y la trasera, que casi no es apreciable. -Las señala en un plano de Upsala. -Nos dividiremos.




-¿Cómo lo haremos? -Pregunto.

-Como de mí y de Paul no sospechan nada, iremos, con ayuda de Engla, por la principal. Tú, Eyland, irás por la trasera. Tu padre te indicará el camino.

-Vale. -No me parece una opción adecuada, pero tiene que ser así.

-De un momento a otro, se dará la voz de alarma, y todos los guardias se centrarán en el pasillo central, así que los que tenéis que ir por detrás tendréis algo de tranquilidad. Tendremos poco tiempo.

-¿Cuánto es poco? -Y, cuando lo digo, un ruido estremecedor nos rodea, la señal.

-En su despacho en quince minutos.

Tyr sale corriendo por su pasillo, y Paul y Engla lo siguen. Es hora de un momento a solas con el hombre al que llegué a considerar mi padre.

¿Podré soportarlo?




































XIII
Engla

Spirit echa a correr, y Paul, el chico nuevo, comienza a moverse junto a él casi al unísono. Todo esto estaba tan planeado que prácticamente no tengo tiempo para reaccionar.

-¡Esperadme!

Grito y voy tras ellos lo más rápido que puedo. Upsala es grande, pero no tanto, ¿a qué viene tanta prisa? ¿Qué se supone que están intentando evitar? No lo entiendo, la verdad, me están dejando intrigada.

-Spirit. -Llego hacia él y lo cojo del brazo para frenarlo.

-Engla, ¿qué quieres? No hay tiempo. -Hace un gesto señalando a su reloj.

-Claro que lo hay. El despacho, si vamos por el camino principal, llegaremos en un par de minutos.

-Todo el mundo estará corriendo, nosotros deberíamos hacer lo mismo.

-Pero no tenemos que gastar todas nuestras energías ahora, el despacho de Capomafia estará custodiado, por si acaso.

-Eso lo tenía claro, pero igualmente, hay que hacer tiempo, no podemos llegar mucho antes que el otro grupo.

-Tienen quince minutos, tranquila. -Apoya su mano en mi hombro. -Y ahora, sigamos con la misión.

-Jefes. -Interrumpe Paul. -No es por molestar, pero ya empiezo a ver a la gente moverse por los pasillos. -Spirit me mira y sonríe.

-Empieza la función, nena.

Y volvemos a correr, aunque, esta vez, sí que reacciono con la velocidad que debería. Avanzamos por el corredor central en dirección al despacho del líder de Upsala, esquivando las oleadas de guardias bajo la luz roja de alarma.

-¡¿Qué ocurre?! -Grita Spirit mientras se cuela entre la gente.

-No... No tengo ni idea, señor. -Le responde uno de los jóvenes guardias mirando de un lado a otro, temblando.

-Chico. -Intervengo. -Todo irá bien, se solucionará.



-¿Y si no? -Hace un amago de tranquilidad que no engaña a nadie.

-Seguro. -Respondo.

-Haz caso a tus superiores. -Finaliza Spirit.

-Lo haré. Lo siento.

El joven asiente y se aleja lo más rápido que puede. Tanto la situación como la conversación han intimidado al chaval, casi me ha dado pena. Partimos en dirección contraria a los otros tripulantes y pronto llegamos a la calle central de Upsala que, insólitamente, está desierto, no se oye ni un alma.

-No hay nadie... -Digo para mí.

-Ya lo sé. -Vaya, parece que me han oído.

-¿Y por qué no?

-Oh, ¿no te lo dije? -Pregunta mientras agarra el pomo de la puerta del gran despacho.

-¿Decirme el qué? -Respondo asombrada.

-Los guardias están todos esperando en la parte de atrás.

-¿Le has tendido una emboscada? -Grito horrorizada.

-Y tú me has ayudado.

Y abre la puerta. ¿En qué estaba pensando? ¿Qué he hecho?










FIN

Antes de nada, quería enseñaros la portada definitiva del libro Sueños Espiral, aquí la tenéis: 


En unos días tendréis noticias sobre la continuación, es un proyecto de más de un libro, a poder ser una trilogía, depende de cómo se de la historia y cómo esté yo. Os dejo la sinopsis del segundo libro, que se titulará Horizontes Nevados: 

Tras la repentina traición por parte de Tyr y Engla, Eyland decide abandonar Upsala, dejando a la chica que lo amaba allí y a su enemigo malherido. Tras su partida, Eyland va en busca de Desmond y su madre, su única esperanza actual. Pero su viaje se ve turbado cuando, al llegar a Niflheim, su ciudad natal que quedó convertida en escombros, la encuentra completamente reconstruida y bajo un gran manto de nieve. Allí, los busca sin cesar hasta que, de pronto, se topa con un viejo conocido, haciendo que cambie todos sus objetivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario